8 mar 2007

Sin palabras.

Sin palabras.
Así te ama mi amor,
mi amor viejo.
Recordatorio del amor amado.
Latido y pulso sobreviviente
del amado amor recordado.
Sin palabras.

Pero mi amor niño,
labrador amante de rosas y de playas,
proel de barcas y de soles,
despertador cansino de mi diario abandono,
me calienta y cuece en extraordinario guiso,
y surgen de mi amor niño
sus palabras atropelladas:
azafrán y canela son las comisuras de tus labios.
Tu boca es el oasis fresco
de la ardiente sangre mora de mis abuelos.
En un lunar de tu cintura,
complacientes circunvalan los planetas enamorados.
Donde duerme el confín palpitante de tu cuerpo,
mi granado amor se despepita
y en la sombra
de las lunas de tu pecho
descansa mi niño amor
reconfortado.

Sin palabras.

Agosto, 1998

3 mar 2007

El sueño de una ola.


¿Cuánto dura el sueño de una ola?
¿Cuánto hasta romper en playa solitaria?
¿Cuánto sin saber al menos
si un cuentaolas la contó entre tantas?

Se exhibió en la espuma,
Se rizó en volantes flamencos,
Se giró en sí misma, gustándose,
Se derramó en lengua lameante
Y besó los pies desnudos de alguien
Que al sentirla rió con su agonía.

Desde ese día
Me fui a contar
Las olitas de la mar.


Foto: J. Silva